El origen y el significado de la expresión «Capilla Ardiente»

El origen y el significado de la expresión «Capilla Ardiente»

En el lenguaje funerario y en el de los medios de comunicación, la expresión «capilla ardiente» es comúnmente utilizada para referirse al lugar donde se lleva a cabo el velatorio de una persona fallecida. Esta expresión ha sido parte integral de las prácticas funerarias durante mucho tiempo, pero ¿cuál es su origen y qué significa exactamente?

Origen de la expresión:
La expresión «capilla ardiente» tiene sus raíces en la historia de la Iglesia Católica. Originalmente, se refería a una capilla o lugar en una iglesia donde se colocaban los restos mortales de un individuo fallecido antes de su entierro o funeral. La palabra «ardiente» se relaciona con la idea de la presencia del cuerpo del difunto y con la luz de las velas que solían utilizarse para iluminar el lugar. Este término se utilizaba tanto en España como en otros países de habla hispana y, con el tiempo, se adoptó en otros contextos culturales y religiosos.

Significado actual:
Hoy en día, la expresión «capilla ardiente» se utiliza de manera más amplia para describir el lugar donde se lleva a cabo el velatorio o el homenaje póstumo de una persona. Aunque la palabra «ardiente» ya no se relaciona necesariamente con la iluminación mediante velas, la idea de que es un lugar donde se muestra el cuerpo del difunto persiste. En la capilla ardiente, familiares, amigos y seres queridos tienen la oportunidad de despedirse y rendir homenaje a la persona fallecida antes de que se realice el servicio funerario o el entierro.

El proceso de la Capilla Ardiente:
El proceso de la capilla ardiente varía según la cultura y la religión, pero generalmente implica que el cuerpo del difunto se coloque en un ataúd o féretro y se exhiba en una sala especial o una capilla de la funeraria o de la iglesia. Las personas que asisten a la capilla ardiente pueden ofrecer sus condolencias a la familia y expresar sus últimos deseos de despedida. A menudo, se realizan ceremonias religiosas o rituales durante este tiempo, dependiendo de las creencias y tradiciones de la familia.

La expresión «capilla ardiente» tiene sus raíces en la historia religiosa, pero ha evolucionado para convertirse en una parte fundamental de los rituales funerarios en muchas culturas. Es un lugar donde se muestra el respeto y se ofrece apoyo emocional a la familia y amigos de la persona fallecida. Aunque el término ha cambiado con el tiempo, su significado sigue siendo el mismo: un espacio para honrar y recordar.

Una «capilla ardiente» se refiere a un lugar y no a un acto en sí mismo. A pesar de esto, en algunos contextos, especialmente en los medios de comunicación, se utiliza de forma equívoca la palabra «celebrar» o «tener lugar» con referencia a la capilla ardiente para indicar cuándo y dónde se llevará a cabo el acto de velar al difunto y rendir homenaje. Sin embargo, el término apropiado sería “instalar” o “abrir” una capilla ardiente.