17 Nov Entre eufemismos y tecnicismos en la comunicación de la muerte
A lo largo de la historia, la percepción de la muerte ha experimentado una transformación notable, pasando de una aceptación ritualizada en el pasado a una evitación contemporánea en la sociedad occidental. En este panorama cambiante, la medicina y su lenguaje desempeñan un papel crucial, influyendo no solo en cómo se comprende la muerte, sino también en cómo se comunica, especialmente a las familias.
Con el avance científico y la especialización médica, el acontecimiento de la muerte se ha diluido de la vida cotidiana, aislada a las instituciones sanitarias. Este distanciamiento ha llevado a una comunicación más cautelosa, caracterizada por el uso extendido de eufemismos, incluso entre los profesionales de la salud. Sin embargo, el acto de comunicar la muerte a las familias agrega una capa adicional de complejidad a este panorama.
En el contexto hospitalario, la comunicación de la muerte a las familias es un delicado equilibrio entre la objetividad clínica y la sensibilidad hacia las emociones de los familiares. Los profesionales de la salud se enfrentan al desafío de transmitir noticias difíciles de manera clara y respetuosa, al tiempo que abordan las preocupaciones emocionales de los familiares.
El uso de eufemismos, como «expirar» en lugar de «morir» o “exitus” en lugar de “muerte”, se extiende a estas interacciones, a menudo como un intento de suavizar o tecnificar el impacto emocional en espacios que están pensados para alargar la vida. Sin embargo, este lenguaje cuidadoso a veces puede distanciar a los profesionales de la salud de la realidad emocional que enfrentan las familias.
La información sobre la muerte se convierte así en un complejo statu quo, donde la claridad y la empatía son fundamentales. La comunicación efectiva implica no solo proporcionar información médica precisa, sino también reconocer y abordar las necesidades emocionales de las familias en un momento tan delicado.
El análisis de la comunicación de la muerte desde la perspectiva médica se amplía cuando se considera la interacción con las familias. Este proceso revela la complejidad de unir la necesidad de un lenguaje técnico con la sensibilidad necesaria para guiar a las familias a través de uno de los momentos más difíciles de sus vidas.