
21 Abr Un féretro sencillo: el último gesto del Papa Francisco
La reciente muerte del Papa Francisco ha marcado un punto de inflexión en los rituales funerarios papales. Fiel a su estilo austero y pastoral, Francisco dispuso cambios significativos en sus exequias, entre ellos, uno especialmente elocuente para el sector funerario: la elección de un ataúd simple de madera, con interior de zinc, rompiendo así con la tradición de los tres féretros (ciprés, plomo y roble) que durante siglos se habían reservado para los pontífices.
Un funeral sin pompa: el simbolismo del ataúd sencillo
El Papa dispuso el pasado noviembre que su funeral reflejara los valores que predicó en vida: humildad, cercanía y sobriedad; renunciando al velatorio privado, al catafalco elevado y al báculo papal junto al féretro. Su cuerpo será expuesto directamente en la Basílica de San Pedro, permitiendo que cualquier fiel pueda despedirse sin distinciones. Más allá del contexto religioso, el ataúd elegido cobra un peso simbólico que interpela directamente al sector funerario: ¿cuánto valor damos hoy a lo sencillo? ¿Estamos sabiendo ofrecer propuestas que no solo respondan a exigencias técnicas, sino que estén cargadas de sentido?
Un ataúd que comunica
En el mundo funerario, cada detalle habla. El féretro, además de cumplir una función esencial, es un elemento expresivo: transmite identidad, valores, decisiones conscientes o incluso creencias espirituales. Lo que ha hecho el Papa Francisco es coherente con su mensaje. A veces, la austeridad no es carencia, sino elección. Un ataúd sencillo puede ser profundamente elocuente cuando refleja la vida de quien lo ha elegido.
¿Y tú? ¿Qué tipo de ataúd elegirías?
La decisión del Papa invita también a una reflexión más íntima: ¿cómo queremos ser despedidos? ¿Qué queremos que diga nuestro féretro de nosotros? ¿Preferimos un diseño tradicional, simbólico, ecológico, discreto? ¿Hemos pensado siquiera en ello? No se trata de banalizar la muerte, sino de prepararla desde la autenticidad. Y, como profesionales del sector, tal vez sea también el momento de abrir esta conversación con quienes nos confían lo más delicado: la despedida de sus seres queridos.
Un legado de sencillez y espiritualidad
Con esta decisión, el Papa Francisco no solo ha transformado la forma en que se entienden los funerales pontificios. Ha recordado, con un gesto tan sencillo como el de un ataúd de madera, que el valor de la muerte está en la verdad con la que se vive… y con la que se despide.